Esporádico
Mis propios celos han sido esporádicos. Aunque me haya servido de mi itinerario sexual para satisfacer mi curiosidad intelectual y profesional, he mantenido, en cambio, una gran indiferencia por la vida sentimental, conyugal, de mis amigos. E incluso más que indiferencia: un poco de desden. Solo he tenido arrebatos de celos. Solo he tenido arrebatos de celos con los hombres con los que he compartido mi vida y, curiosamente, por razones muy distintas en los dos casos. Sufrí cada vez que a Claude le seducía una mujer que yo consideraba más bonita que yo. No soy fea, pero siempre que se aprecie en su totalidad mi físico, y no las características de mis atributos. Me enfurecía no poder perfeccionar mis prestaciones sexuales, en principio y ilimitadas, mediante una apariencia que no admitiera reservas.
Catherine Millet. La vida sexual de Catherine M.
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