Blogia
AZORAFA

Formación In-formación

Sin duda es conveniente leer los diarios para comprender luego Barcelona. Fuera de eso se trata siempre de resolver de la mejor manera posible, la tensión entre formación e información. No hay tiempo para las dos. En una época de formación permanente, informarse es casi suntuoso. Pocas veces nos encontramos con personas que, excesivamente informadas, den cuenta simultáneamente de una formación adecuada. Porque estudiar, capacitarse, entender, exige una distancia necesaria del flujo cotidiano de los acontecimientos. Aprender requiere suspender el tiempo, hacer como si no pasara nada allá afuera y solo aquí adentro en este escritorio. Por el contrario, informarse es atender estímulos externos y ponerlos en relación constante con los otros infinitos aconteceres (actividad que juzgo absolutamente innecesaria dado su alto índice de repetitividad). Nada hay de nuevo que no pueda imaginarse o ficcionarse. Basta reiterar hasta el hartazgo los amargos hechos de los últimos diez años y se obtiene el presente. Cualquiera que comprenda los modos correctos de proyectar información obtendrá eso que la tele llama “realidad”. Cierto: aparece necesario el equilibrio pero no tengo idea de cómo se lograría. Mientras tanto Barcelona satisface perfectamente todas las necesidades de actualidad, en algo que podría ser la síntesis entre necesidades de in-formación y necesidades de formación, a saber: la de-formación de la, de todos modos, inaccesible realidad.

Esther Abril 2006

0 comentarios