De las esperanzas
“Libre de la memoria y de la esperanza,
ilimitado, abstracto, casi futuro,
el muerto no es un muerto: es la muerte.
Como el Dios de los místicos
de Quien deben negarse todos los predicados,
el muerto ubicuamente ajeno
no es sino la perdición y ausencia del mundo.
Todo se lo robamos,
no le dejamos ni un color ni una sílaba:
aquí está el patio que ya no comparten sus ojos
allí la acera donde acechó la esperanza
Hasta lo que pensamos podría estar pensándolo él también;
nos hemos repartido como los ladrones
el caudal de las noches y de los días.”
Encontré este pedazo de Borges.
Lo trajo de la mano una espera.
La espera siempre acompañada, aún a desgano,
de una esperanza,
y las esperanzas....
Inmóviles estatuas,
mas vale te muevas para visitarlas
(con olor a París y barba adolescente).
Como tantas, como otras.
Como el prólogo de las miradas
como la belleza,
como la perfección
y el inevitable ahogo.
Tarde de invierno
jugando a que no entiendo nada
también encuentro este mensaje
cifrado en rojo y negro:
"para recobrar la alegría".
Yo no pedí nada.
Ni a borges ni a las esperanzas.
pero vienen
y también vienen los famas.
Paul Agosto de 2009
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